“Venezuela se prepara para la bitcoinización: ¡Descubre cómo!”

tupacbruch
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“Venezuela se prepara para la bitcoinización: ¡Descubre cómo!”

En Venezuela, la adopción de Bitcoin ha sido impulsada desde 2012 como respuesta a la inflación y los controles monetarios. A pesar de que la educación sobre Bitcoin ha sido la principal barrera para su adopción, la necesidad ha llevado a los venezolanos a aprender sobre esta criptomoneda y sentar las bases para su bitcoinización.

Los pioneros de Bitcoin en Venezuela comenzaron a surgir en 2012, con granjas de minería que se beneficiaban de los subsidios a la electricidad en el país. La Fundación Bitcoin Venezuela y SurBitcoin fueron clave en la popularización de Bitcoin en el país. CriptoNoticias también surgió en Venezuela en 2015 para cubrir la falta de medios de comunicación especializados en criptomonedas en español.

Bitcoin se empezó a utilizar en Venezuela para enviar remesas, recibir salarios en moneda extranjera, hacer arbitraje con la moneda nacional y protegerse de la inflación cambiando bolívares por Bitcoin. Sin embargo, en 2017, hubo una intensificación de la persecución a los usuarios de Bitcoin en el país, lo que generó desconfianza y temor en la comunidad.

A pesar de los obstáculos, Venezuela podría haberse convertido en una potencia global en minería de Bitcoin si no hubiera sido por las extorsiones y confiscaciones a los mineros en el país. En 2017, el gobierno venezolano mostró interés en las criptomonedas, anunciando la creación del Petro y la Superintendencia de Criptoactivos de Venezuela, lo que generó confusión y retrasó la comprensión del modelo descentralizado de Bitcoin.

Entre 2018 y 2021, Venezuela se convirtió en pionera en la creación de regulaciones y organismos gubernamentales relacionados con las criptomonedas, siendo conocida en el extranjero como la “CriptoNación”. A pesar de los esfuerzos del gobierno por promover el Petro, muchos venezolanos continuaron utilizando Bitcoin como refugio contra la inflación y los controles monetarios.

En conclusión, la historia de Bitcoin en Venezuela es un reflejo de la lucha entre la necesidad de protegerse de la crisis económica y la represión gubernamental. A pesar de los desafíos, los venezolanos han demostrado una notable capacidad de adaptación y resistencia, sentando las bases para una mayor adopción de Bitcoin en el país.En un momento, Venezuela fue considerado uno de los países con mayor adopción de Bitcoin a nivel mundial. Incluso el Metro de Caracas aceptaba pagos con esta criptomoneda, y organizaciones como la ONU y Chainalysis ubicaban al país en el tercer lugar en términos de adopción de Bitcoin.

De vuelta a la oscuridad

Sin embargo, en 2023, este impulso se vio frenado drásticamente. Tras un caso de corrupción en PDVSA-Cripto, se ordenó el cese de los exchanges nacionales, los negocios dejaron de aceptar pagos en Bitcoin, se suspendió la minería legal y se reiniciaron las incautaciones. La industria de las criptomonedas en Venezuela se vio asfixiada, pasando del tercer lugar de adopción global al puesto número 18, según Chainalysis.

A pesar de este revés, muchos venezolanos con experiencia en el mundo de las criptomonedas lograron mantenerse trabajando en empresas del sector o incluso fundaron sus propias compañías, como es el caso de Ledn. Además, algunas personas decidieron quedarse en el país y continuar promoviendo Bitcoin, como la Academia BT&C de la Universidad Católica Andrés Bello, y llevar a cabo operaciones clandestinas de minería.

El giro hacia USDT

En medio de este retroceso en la adopción de criptomonedas, Venezuela experimentó un proceso de dolarización. El gobierno reconoció que la economía venezolana estaba dolarizada de facto, utilizando el dólar estadounidense como unidad de cuenta. Sin embargo, la escasez de billetes en un país sancionado por Estados Unidos dificultaba el acceso al efectivo.

En este contexto, la stablecoin USDT encontró un terreno fértil para ser adoptada en Venezuela, especialmente después de ser introducida por el gobierno en sus subastas para empresas. La confianza de los venezolanos en el dólar estadounidense, a pesar de su pérdida de valor debido a la emisión masiva de dólares, ha llevado a que USDT supere a Bitcoin en términos de transacciones en el país.

Hoy en día, USDT representa el 47% de las transacciones menores a 10.000 dólares en Venezuela, y grandes empresas del país ya la incluyen en sus operaciones financieras diarias. Mientras que Bitcoin ha perdido relevancia en el país, Venezuela ha optado por utilizar una versión digital del dólar en lugar de seguir el camino de la bitcoinización.

En conclusión, la historia de la adopción de criptomonedas en Venezuela ha pasado por altibajos significativos, desde ser un líder en la adopción de Bitcoin hasta optar por USDT como una alternativa más estable en un contexto de incertidumbre económica. A pesar de estos cambios, los venezolanos continúan adaptándose y buscando soluciones innovadoras en el mundo de las criptomonedas.

USDT: El prólogo de la bitcoinización

La adopción de USDT no marca el fin de la bitcoinización, sino más bien su comienzo. La dolarización digital está llevando a empresas y usuarios a familiarizarse con conceptos como la custodia de llaves, el uso de exchanges y la comprensión de la trazabilidad. Este proceso de aprendizaje técnico y psicológico sienta las bases para que, en el futuro, la transición a Bitcoin sea culturalmente viable en caso de que el país necesite recuperar su soberanía monetaria.

Menos resistencia, más exploración

La adopción de USDT resulta menos intimidante para los usuarios, ya que no es necesario comprender en profundidad qué es el dinero o qué es Bitcoin para utilizarlo. En lugar de eso, se percibe como una forma de adentrarse en la tecnología desde un punto de partida más familiar. Esto se suma al conocimiento acumulado sobre Bitcoin y criptomonedas que los venezolanos han adquirido a lo largo de los últimos trece años.

Existe la posibilidad de que el uso de USDT en Venezuela sea tolerado por Estados Unidos mientras la información financiera que el país está filtrando resulte beneficiosa para el gobierno estadounidense. En este sentido, cuando surja nuevamente la necesidad, Bitcoin estará disponible para una Venezuela más madura y experimentada en tecnología, recordando la importancia de contar con un dinero neutral, inmutable y libre.

En resumen, la adopción de USDT en Venezuela no solo representa un paso hacia la dolarización digital, sino que también allana el camino para una eventual transición hacia Bitcoin en un futuro. Este proceso de familiarización con la tecnología y los conceptos asociados a las criptomonedas prepara a la población para un cambio cultural y financiero que podría ser crucial en un momento de necesidad de soberanía monetaria.

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