“OpenAI aclara: No habrá anuncios en ChatGPT”

tupacbruch
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“OpenAI aclara: No habrá anuncios en ChatGPT”

OpenAI desmiente integración de publicidad en ChatGPT

OpenAI, la empresa detrás del chatbot ChatGPT, ha aclarado la controversia sobre la supuesta integración de publicidad directa en las respuestas de su asistente de inteligencia artificial. La compañía ha negado rotundamente estar llevando a cabo pruebas de anuncios en vivo, aunque reconoció que la confusión surgió a raíz de ensayos de integración de aplicaciones que generaron una fuerte reacción.

La alarma social se disparó cuando capturas de pantalla en redes sociales mostraban sugerencias de compra de productos de cadenas minoristas como Target y Peloton incrustadas en medio de las conversaciones de los usuarios, incluso en las cuentas de suscripción pagas (Plus y Pro).

El director de ChatGPT, Nick Turley, utilizó su cuenta para aclarar la situación, asegurando que no hay pruebas en vivo para los anuncios y que las capturas de pantalla no son reales o no son anuncios. OpenAI se compromete a ser extremadamente cuidadosa si en algún momento decide incorporar publicidad, con el objetivo de mantener la confianza de los usuarios.

Detalles sobre las pruebas de integración de aplicaciones fueron proporcionados por Daniel McAuley, empleado de OpenAI. Estas pruebas buscan mejorar la experiencia al permitir un descubrimiento de aplicaciones más orgánico dentro de ChatGPT y solo cuando sean relevantes para una conversación. Sin embargo, la empresa reconoció errores en la ejecución y decidió desactivar temporalmente estas sugerencias mientras trabaja en mejorar la precisión del modelo.

### OpenAI quiere conectar tu mente con ChatGPT

La próxima frontera de la inteligencia artificial parece estar en la mente humana. Sam Altman, el visionario detrás de OpenAI, está apostando por borrar los límites entre el pensamiento y la tecnología con su nueva creación: Merge Labs, una compañía que busca desarrollar una interfaz cerebro-computadora (BCI) capaz de conectar directamente la mente con sistemas de inteligencia artificial como ChatGPT.

A diferencia de otros experimentos neurotecnológicos, Merge Labs busca lograr esta conexión sin implantes quirúrgicos ni procedimientos invasivos. Si tienen éxito, cualquier persona podría acceder a un conocimiento casi ilimitado, convirtiéndose en una especie de “sabelotodo” digital en teoría.

### Pensar y procesar ideas con ChatGPT, directamente desde el cerebro

Para llevar a cabo esta idea, Altman ha incorporado a su equipo a Mikhail Shapiro, un investigador del Instituto de Tecnología de California (Caltech) especializado en biología molecular y neuroingeniería. Shapiro trabaja en terapias génicas que permiten modificar células cerebrales para que respondan a estímulos ultrasónicos, una técnica que podría hacer “visibles” las neuronas sin necesidad de contacto físico, abriendo la puerta a una lectura cerebral precisa y segura.

Este avance plantea un horizonte donde mente y máquina podrían comunicarse simbióticamente, permitiendo pensar y procesar ideas directamente desde el cerebro. Merge Labs también busca recaudar unos 250 millones de dólares con el apoyo de OpenAI, lo que le daría una valoración inicial cercana a los 850 millones.

### OpenAI: impulsar la convivencia entre humanos y la inteligencia artificial

Por ahora, Merge Labs se presenta como una propuesta no invasiva, pero su alcance podría trascender los laboratorios. La visión de Altman apunta a un futuro donde las interfaces sean una extensión natural del cuerpo y la mente, eliminando las fronteras entre lo humano y lo digital.

Esta ambición encaja con la filosofía fundacional de OpenAI, que busca impulsar la convivencia entre humanos y máquinas inteligentes. ChatGPT ya ha transformado la forma en que millones de personas interactúan con la información, y Merge Labs podría ir más allá al transformar la forma en que pensamos.

Si este avance se materializa, marcaría una nueva era de simbiosis cognitiva, donde el cerebro y la IA colaboran en tiempo real. Una idea que hace unos años parecía ciencia ficción, pero que hoy emerge como el próximo salto evolutivo impulsado por Altman: una conexión directa entre pensamiento y código, entre lo que imaginamos y lo que una máquina puede ejecutar.

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