Milagros Miceli, la reconocida investigadora argentina que ha sido incluida en la lista de las 100 figuras más influyentes del mundo en inteligencia artificial (IA) por la revista TIME, participó en un evento organizado por la empresa de software Santex en Buenos Aires. Durante el encuentro, Miceli abordó diversas preocupaciones y dudas relacionadas con el trabajo humano detrás de las nuevas tecnologías, los sesgos presentes en los modelos de IA y la necesidad de establecer regulaciones en este campo.
Trayectoria de Milagros Miceli
La Dra. Milagros Miceli es una socióloga e informática argentina radicada en Berlín, donde se desempeña como jefa de investigación en el Instituto DAIR, jefa de la unidad de investigación de Datos, Sistemas Algorítmicos y Ética del Instituto Weizenbaum y profesora en la Universidad Técnica de Berlín. Su trabajo se centra en las condiciones laborales y las dinámicas de poder en el ámbito de la IA.
Miceli fue seleccionada por TIME en 2025 por su labor como fundadora de “Data Workers’ Inquiry”, un proyecto que permite a los trabajadores de datos de IA publicar investigaciones sobre sí mismos, brindando nuevas perspectivas de investigación. Esta iniciativa ha involucrado a investigadores de diversos países como Kenia, Siria, Brasil y Alemania, quienes reciben un salario equitativo por su trabajo.
El rol de Argentina en la economía global liderada por IA
Durante su participación en el evento en Buenos Aires, Miceli destacó el potencial que tiene Argentina en la economía global impulsada por la IA. Además de la inversión anunciada por Open AI para establecer un data center en el país, Argentina cuenta con condiciones naturales favorables para el desarrollo de energías limpias, indispensables para el funcionamiento de las tecnologías de IA.
Sin embargo, la investigadora planteó interrogantes sobre el impacto de estos avances tecnológicos en los ciudadanos comunes, especialmente en lo que respecta a la privacidad y la protección de datos personales. Miceli enfatizó la importancia de abordar desde ahora cómo la IA puede evitar reproducir modelos extractivos de riqueza que han caracterizado revoluciones anteriores.
Frases destacadas de Milagros Miceli sobre la IA y el futuro
En su exposición, Miceli prefirió referirse a la IA generativa como “tecnologías de automatización” en lugar de utilizar el término convencional. Esta elección se basa en la necesidad de comprender y regular adecuadamente estas tecnologías, evitando concepciones erróneas sobre su funcionamiento. La investigadora señaló que la IA implica una explotación en tres aspectos: de la creatividad humana, del trabajo de quienes desarrollan estas tecnologías y de los recursos naturales.
Miceli también abordó el tema del uso indebido de la propiedad intelectual en el entrenamiento de modelos de IA, destacando la importancia de reconocer el trabajo de los creadores originales. Asimismo, resaltó la concentración de poder en manos de unas pocas empresas en el ámbito de la IA, lo que genera desequilibrios tanto económicos como políticos.
Conclusión
La participación de Milagros Miceli en el evento organizado por Santex en Buenos Aires permitió reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que plantea la IA en la sociedad actual. Sus aportes en torno a la regulación, la ética y la equidad en el desarrollo de estas tecnologías son fundamentales para garantizar un futuro sostenible y equitativo en el ámbito de la inteligencia artificial.La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la forma en que interactuamos con la tecnología en la actualidad. Sin embargo, detrás de esta innovación tecnológica hay un trabajo humano “escondido” que a menudo pasa desapercibido. Milagros Miceli, investigadora en temas de tecnología y sociedad, destaca la importancia de visibilizar este trabajo que sostiene las tecnologías de IA.
### Trabajo humano “escondido”
Miceli señala que el trabajo humano detrás de la IA va más allá de los ingenieros y científicos de datos que suelen recibir mayor atención mediática. Existe un gran número de personas que realizan microtareas, como el etiquetado de datos, que son fundamentales para generar conjuntos de datos de calidad. Estas personas trabajan en condiciones precarias y a menudo a través de plataformas que no les ofrecen un empleo de calidad.
La investigadora resalta que, a pesar de la importancia de este trabajo, existe una asimetría de poder significativa entre quienes producen las tecnologías de IA y quienes realizan las tareas más invisibles. Esta situación se agrava cuando se tercerizan estos trabajos a países con normativas laborales laxas, disfrazando estas prácticas bajo un discurso filantrópico que promete llevar empleo a lugares donde escasean las oportunidades laborales.
### El impacto en los sesgos
La selección de personas para realizar tareas de recolección y etiquetado de datos tiene un impacto directo en los sesgos que luego se reflejan en las tecnologías de IA. Miceli destaca que el problema no radica en la existencia de sesgos, sino en la falta de transparencia sobre estos sesgos y en la creencia errónea de que las tecnologías de IA son neutrales y objetivas.
### El rol de la Argentina
En relación con el proyecto de inversión de OpenAI para crear un megadata center en la Patagonia, Miceli plantea interrogantes sobre el impacto de esta iniciativa en el país. Se cuestiona sobre quién se verá afectado por esta inversión, cuáles serán los requerimientos energéticos y qué beneficios reales traerá para la soberanía argentina. Además, destaca la explotación de recursos naturales que conlleva la instalación de data centers en territorios específicos.
Miceli hace hincapié en la necesidad de considerar el impacto ambiental y social de estas tecnologías, especialmente en regiones como la Patagonia donde el consumo de agua y energía es un factor crucial. La investigadora advierte sobre la importancia de no descuidar la sostenibilidad y el equilibrio en la implementación de tecnologías de IA en el país.
En conclusión, la investigación de Milagros Miceli pone de manifiesto la importancia de visibilizar el trabajo humano detrás de la inteligencia artificial y de considerar de manera crítica el impacto de estas tecnologías en la sociedad y el medio ambiente. Es fundamental abordar estas cuestiones desde una perspectiva ética y sostenible para garantizar un desarrollo tecnológico equitativo y responsable.
Google anuncia inversión en Argentina para construir un Data Center
Google ha anunciado recientemente una inversión de 1.000 millones de dólares en Argentina para la construcción de un Data Center en el país. Esta noticia ha generado diversas reacciones en la comunidad científica y ambiental, con opiniones divididas sobre los posibles impactos de esta iniciativa.
Reacciones en la comunidad científica
La Dra. Silvia Miceli, investigadora del CONICET, ha expresado su preocupación ante este anuncio. Según Miceli, la energía utilizada por los Data Centers suele ser altamente contaminante, lo que podría tener consecuencias negativas para el medio ambiente en Argentina. Además, la científica señaló que la instalación de un Data Center no generaría un impacto significativo en la economía local, ya que este tipo de infraestructuras no suelen crear una gran cantidad de empleos.
Impacto ambiental y social
La preocupación por el impacto ambiental y social de la construcción de un Data Center en Argentina es compartida por varios sectores de la sociedad. Se teme que la instalación de esta infraestructura genere contaminación del aire y del agua, además de ocupar grandes extensiones de tierra que podrían destinarse a otros fines más beneficiosos para la comunidad.
Beneficios y desafíos
Si bien la inversión de Google en Argentina podría traer beneficios en términos de infraestructura tecnológica y conectividad, también plantea desafíos en términos de sostenibilidad ambiental y social. Es necesario evaluar cuidadosamente los impactos de este proyecto y buscar alternativas que minimicen los efectos negativos en el entorno.
Reflexión final
Ante el anuncio de la inversión de Google en la construcción de un Data Center en Argentina, es importante considerar tanto los posibles beneficios como los riesgos asociados con este tipo de proyectos. La comunidad científica y ambiental debe seguir de cerca el desarrollo de esta iniciativa y trabajar en conjunto para garantizar que se tomen las medidas necesarias para proteger el medio ambiente y promover un desarrollo sostenible en el país.
